viernes, 12 de febrero de 2016

Amar la trama más que el desenlace


Hoy me ha dado por escuchar detenidamente una de las canciones que siempre me acompaña en mis escapadas. El título ya es revelador de por sí: LA TRAMA Y EL DESENLACE.

Es una canción de temática claramente amorosa, pero para mí hay algo más detrás. El gran Jorge Drexler nos habla de la importancia de prestarle atención a los pequeños detalles que nos pasan desapercibidos en nuestra vida diaria, de no precipitarnos en alcanzar lo que deseamos sino que debemos disfrutar del camino hasta lograrlo.

Inconscientemente, esta es la premisa que me gusta seguir en mis viajes.

Supongamos que por fin hemos conseguido billetes baratitos para ir a esa ciudad que lleva años en nuestra lista de deseos. Muchas veces, vamos con prisa para llegar a nuestro alojamiento y hasta que no soltamos el equipaje y miramos por la ventana o bajamos a dar los primeros pasos por su casco histórico no empezamos a sentir. ¿Puede ser que nos hayamos perdido una parte del viaje? Yo soy de los que no pasa esos pequeños detalles por alto. Durante el viaje, mi mirada suele estar clavada en la ventanilla. Siempre que puedo, obvio el metro y disfruto el camino hasta el centro histórico en autobús, observando la vida real de los barrios que quedarán fuera del planning de viaje. 

Quizás este sea el motivo por el que mis últimos viajes por España y Europa incluyen siempre un coche de alquiler. Una vez que salgo de viaje me cuesta conformarme con ver sólo un lugar, me gusta descubrir los alrededores y si hay tiempo, hacer una ruta por la región disfrutando del paisaje y de otros atractivos a mi paso.

De alguna forma, cuando se hace turismo, el fin justifica los medios. Estos son algunos ejemplos en los que disfruté los medios tanto o más que el propio fin.



El Delta del Ebro a vista de pájaro de camino a Marruecos.

Visitar Praga es una experiencia única… pero llegar a ella cruzando una blanca República Checa...
Es cierto que Hallstatt es uno de los pueblos más bonitos de Europa, pero la carretera de entrada no tiene ningún desperdicio
Uno de mis paseos en bici sin rumbo me llevó sin darme cuenta a otro país
A sólo unos minutos del canal y de la antigua ciudad de Corinto en Grecia, me convertí en el único visitante de esta impresionante Acrópolis de Acrocorinto
Si el atardecer te sorprende en la Isla de Mljet, sólo tienes una opción: parar en la cuneta y disfrutar

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