Hoy me
ha dado por escuchar detenidamente una de las canciones que siempre me acompaña
en mis escapadas. El título ya es revelador de por sí: LA TRAMA Y EL DESENLACE.
Es una
canción de temática claramente amorosa, pero para mí hay algo más detrás. El
gran Jorge Drexler nos habla de la importancia de prestarle atención a los
pequeños detalles que nos pasan desapercibidos en nuestra vida diaria, de no
precipitarnos en alcanzar lo que deseamos sino que debemos disfrutar del camino
hasta lograrlo.
Inconscientemente,
esta es la premisa que me gusta seguir en mis viajes.
Supongamos
que por fin hemos conseguido billetes baratitos para ir a esa ciudad que lleva
años en nuestra lista de deseos. Muchas veces, vamos con prisa para llegar a
nuestro alojamiento y hasta que no soltamos el equipaje y miramos por la
ventana o bajamos a dar los primeros pasos por su casco histórico no empezamos
a sentir. ¿Puede ser que nos hayamos perdido una parte del viaje? Yo soy de
los que no pasa esos pequeños detalles por alto. Durante el viaje, mi mirada
suele estar clavada en la ventanilla. Siempre que puedo, obvio el metro y
disfruto el camino hasta el centro histórico en autobús, observando la vida
real de los barrios que quedarán fuera del planning de viaje.
Quizás
este sea el motivo por el que mis últimos viajes por España y Europa incluyen
siempre un coche de alquiler. Una vez que salgo de viaje me cuesta conformarme
con ver sólo un lugar, me gusta descubrir los alrededores y si hay tiempo,
hacer una ruta por la región disfrutando del paisaje y de otros atractivos a mi
paso.
De
alguna forma, cuando se hace turismo, el fin justifica los medios. Estos son algunos
ejemplos en los que disfruté los medios tanto o más que el propio fin.
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El
Delta del Ebro a vista de pájaro de camino a Marruecos. |
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Visitar
Praga es una experiencia única… pero llegar a ella cruzando una blanca
República Checa... |
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Es
cierto que Hallstatt es uno de los pueblos más bonitos de Europa, pero la
carretera de entrada no tiene ningún desperdicio |
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Uno
de mis paseos en bici sin rumbo me llevó sin darme cuenta a otro país |
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A
sólo unos minutos del canal y de la antigua ciudad de Corinto en Grecia, me
convertí en el único visitante de esta impresionante Acrópolis de Acrocorinto |
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Si
el atardecer te sorprende en la Isla de Mljet, sólo tienes una opción: parar en
la cuneta y disfrutar |
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